domingo, 18 de agosto de 2013

Cardamomo en Sigüenza.(2).La no cena en El Doncel.

El chef del Doncel.
Que Cardamomo es mi alter ego no es un secreto y que Sigüenza es un lugar donde si me pierdo debéis buscarme en alguna de sus callejuelas.
He tenido la suerte de cenar tres veces en el Doncel.Cada una de estas experiencias ha sido diferente pero siempre satisfactorias.
En este último viaje decidí no comer o cenar en la casa de los hermanos Pérez;la razón,gestión de los recursos monetarios.Pero me equivoqué.Pasar por Sigüenza y no parar en este templo gastronómico es pecado.Mortal y no venial precisamente.
Enrique Pérez Martínez es amigo y por supuesto no voy a ser demasiado objetivo.Aunque datos que son irrevocables.
Cuando Enrique comenzó a desarrollar sus ideas y su cocina en el Doncel era y fue un visionario en esa ciudad alcarreña;cuantas veces tuvo que amablemente invitar a algún cliente despistado que los asados tradicionales y las chacinas típicas estaban tan sólo a un paso de cruzar la Alameda.Y digo educadamente porque su cocina era tan personal que no iba a entenderla cualquiera.
Por eso la sensación que tengo pasados cinco años es que otros se han subido a un tren que puso en marcha este chef que lejos de estar en la crisis de los cuarenta tiene suficientes energías para emprender más aventuras.
Primero fue el aula y ahora inmerso en los catering con la Finca del Obispo.Pero siempre generoso ayudando a quien se acerca a pedirle consejo.Junto con su hermano Eduardo comandando un proyecto ilusionante pero consagrado.Y ellos NO necesitan inventarse comentarios ficcticios en TripAdvisor para poner zancadillas a nadie.Porque su mejor carta de presentación es el trabajo bien hecho.
Craso error no comer en el Doncel.
A cambio me llevé el regalo de un libro sobre setas que recomiendo.
Y el cariño de una persona de la que siempre aprendo.

Momento dedicatoria de Enrique para un servidor.




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