miércoles, 29 de enero de 2014

Madrid Fusión 2014 (1.1).Y entonces empezó la marcha... De primero, Flandes.

 
Uno espera al llegar a estos eventos la continua sorpresa. El orgasmo gastronómico múltiple.
Pero como bien es sabido, cuando las expectativas son muy grandes, las decepciones también suelen serlo.
Mario Sandoval haciendo patria madrileña.
 
El hilo conductor de la primera parte del día resultó ser una vista al campo desde lo urbano. Una especie de integración verde en lo urbanita.
Resaltar el trabajo de Gert de Mangeleer del Hertog jan de Bélgica.
Apoyó su discurso culinario en cómo su equipo dan lo mejor de sí mismos; tratándose de una verdadera familia. Integrando en su filosofía el respeto y el compromiso con la Naturaleza.
Colaboran activamente con agricultores y ganaderos del entorno. Y además poseen dos hectáreas propia para el cultivo de los vegetales que utilizan.
 
 

 

 
Platos sencillos pero tremendos en su ejecución. Dos ingredientes; trufa y apionabo. El blanco y el negro.
Sin excentricidades técnicas.
Otro plato con el jugo fermentado del pimiento asado (ojo al uso de lo fermentado como tendencia), utilizado como consomé más queso de cabra y anchoas del mar del Norte.
 
Susi Díaz en plena entrevista con los compañeros de Popular Tv.
 
El grupo Lactalis y sus quesos...
 
Japón con mucha presencia.
 
Mucha presencia panarra.
 
 
Paz y Bien.
 

 

 

 

 


Madrid Fusión 2014 (1.0).Primeras impresiones...(Y algún cabreo).

Las primeras impresiones no son las definitivas. Ni mucho menos.
En la primera cita suele estar muy feo llegar a ciertos límites.
 

 

 


 
 
Este año volvía a su antigua sede de celebración, y se agradece por la profunda incomodidad de la edición del pasado año (eso me cuentan).
La infraestructura de un Congreso de esta magnitud es muy compleja pero jamás hay que perder de vista lo humano. Las personas forman parte especial y peculiar de este tipo de eventos. Sin público no hay nada qué hacer. Sin demanda no tiene sentido la oferta.
José Carlos Capel ha sido y es el ideólogo de este Congreso. Madrid Fusión 2014 plantea certezas y dudas. Y Capel afina como nadie los instrumentos de esta vasta orquesta; él coloca a los músicos y éstos interpretan una obra que en esta ocasión y en determinados momentos parece una tocata y fuga de Bach... Con lo que eso conlleva.
 
¿Se está inflando esto de los congresos gastronómicos como una burbuja inmobiliaria?...
¿Se está agotando un formato harto de repetirse?...
Intentaré responder a estos interrogantes. Ayudadme y participar.
Una de las impresiones más desagradables es cerciorarme de que en este tipo de eventos cada vez más se estratifica a los asistentes. Demasiados espacios Premium (lo que antes definíamos como Vip). Una evidente falta de pudor a la hora de habilitar salas y montar saraos para "unos cuantos elegidos" que rentabilizan al máximo su pase Premium.
Esto siempre es irrespetuoso. No porque allí se repartan los proveedores a mercadear con sus vinos, licores y manjares; sino porque esos mismos mercaderes de lo gastronómico reducen en el espacio común de los mortales las tapas a ofrecer. Y si se te ocurre preguntar te dicen que aquí se viene a aprender y no a comer...Verbigracia. Al final un espacio como el buffet repleto de asistentes hambrientos que comemos un menú-bazofia se convierte en una especie de comedor social, mientras las élites enjuagan sin pundonor su Premium en el último sorbo de su particular orgía.
Intento ser coherente con esto último. Yo siempre quiero pagar lo que como; prefiero hacer una entrevista a degustar una u otra tapa.
Pero esta responsabilidad de los expositores en recortar al público en general para concentrar en unos pocos me huele a la misma realidad de siempre.
Y si no ojéense el último informe de Intermon-Oxfan.  
 
Paz y Bien.