lunes, 1 de julio de 2013

Cerramos la persiana del Aula por vacaciones (merecidas).

El verano murciano nos respeta con sus temperaturas y digamos que hasta esta última función sabatina se estaba francamente a gusto en este espacio mágico de la primera planta
Y no sólo por las fresquitas cervezas que aportaban los placeros como fin de curso.
Pero las despedidas con ese calor de la gente saben a menos despedida.
El director técnico a los fogones.
Esta última actuación la cerramos Antonio J. Gras y yo;como metáfora del comienzo.Como un alfa y omega culinario.
Esta vez nos acompañaba una alumna de uno de mis cursos que le encanta esto de cocinar.
Para mí eso sí era la cuadratura del círculo.
Mi maestro,su discipulo,mi alumna.El ciclo vital de lo que nos vamos dejando en el camino.
Lo de menos eran los magníficos arroces que planteamos.
Uno de verduras tuneado a lo risotto y otro lleno de esperanzas marinas y yodadas.
Lo de más era celebrar que las personas (y muchas) que nos acompañaban esa y otras mañanas eran nuestra confianza más sensata de que esto está vivo; y que Antonio no se equivocaba cuando profetizaba que la cultura gastronómica sin el pueblo ni es cultura ni es nada.
Paz y Bien.
Una de arroz tuneado.

Ainoa muy concentrada.



Rico,rico.

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