domingo, 23 de junio de 2013

Un trocito de Tíbet en el Aula de Cultura Gastronómica.


http://www.youtube.com/watch?v=QVAav_jLrvY


A veces te encuentras por el camino de la vida con personas llenas de vida y experiencias.
Personas que sin quererlo te suman;al contrario de todas aquellas personas tóxicas que te restan energías.


Tempa preparando el relleno.
Una de ellas en Tempa,un tibetano afincado desde hace dos años en Murcia y que tuve la suerte de tener como alumno en uno de los cursos de los centros culturales que Enredando hace para Cxc.
Desde el principio Tempa estaba atento a cada una de mis palabras y todo lo apuntaba.
Cuando A.J. Gras preparabamos el calendario del ACG y surgió la idea de un ciclo de cocina sin fronteras;no hubo duda,acercaríamos el Tíbet al mercado de Verónicas.

Ambientando el Aula a lo tibetano.
Tempa llegó puntual a la cita junto a su esposa Manuela.Comenzaron a ambientar el Aula con toques tibetanos.Un poco de incienso,unas banderolas de oración...
Todos los ingredientes serían autóctonos del mercado,para demostrar una vez más que la fusión bien entendida es posible...
en plena elaboración de los momos.
En esta idea tan profunda que me invade de que realmente se puede hablar de una cocina teológica me volví a quedar maravillado de cómo la cocina se utliza para sacralizar momentos especiales.
A saber, momo significa abuelo o viejo en tibetano.Por extensión podemos significarlo como arruga. Que es precisamente como terminamos de cerrar la masa del momo,con una arruga sútil que cierra nuestra elaboración.Otro ejemplo más de esa antropología gastronómica que pronto podremos estudiar en sede universitaria.
Y cómo ese postre que preparamos con los intensos aromas de azafrán y cardamomo.
Una delicia para el olfato,el gusto .... y el espíritu.
Gracias Tempa.
Paz y Bien.




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