El blog de no te cortes que te guiso: Regreso al futuro.Cocinando en el Pollo Rockero.

Ya sé que es raro que escriba una entrada casi en tiempo presente teniendo tantas pendientes (pero permitidme este regreso al futuro).
Despuntaba el alba de este domingo de Ascensión (felicidades,papá allí donde estés)...y con viento de Levante nos dirigiamos A.J. Gras y un servidor a tomar el islote del capitán Pollo Rockero allá en los Javalíes Novos.
La primera en la frente.El islote ya lo habían tomado hasta las 4 de la madrugada unos malandrines embaucadores que hicieron que el pollico cantara casi hasta encontrarse con el gallo.

El maestro y la madre que parió a Alberto.

Después de las letanías de la madre que parió al pollico (una santa es lo que es) nos ponemos manos a la obra.
El capo coge papel y boli;un servidor y Leandro nos ponemos a sus ordenes.
De casi la nada empiezan a surgir notas de jazz que no sabemos bien donde nos llevará....
Con la seguridad de quien no deja de acudir a la llamada de un amigo,el capo va numerando unos pintxos que sólo existen en la cabeza y que pariremos en unos minutos.Quien dijo miedo...

Alberto,aún legañoso,el jodío.

Lo que tiene cocinar con un genio es que disfrutas cada segundo de algo efímero,de esa sensación de que vamos a hacer felices a un grupo de personas que en unos días no se acordaran de nosotros.
Hoy el arte se la han llevado puesto.

Leandro,discípulo del capo.

Comienzan a entrar comandas.Y yo con estos pelos.Ni un atisbo de nervios.Esto promete.
Comienza la sinfonía.

Al mismo tiempo había sesión-yayo.

Uno tras otro van cayendo por las manos del capo los pintxos y tapas propuestos.
Desde un gazpacho con pasas hasta un risotto con gambas y un toque de anís.
Desde un sandwich de calabacín y pollo hasta una sopa de quinoa-chocolate con fruta estofada.
Van desfilando comandas.

la vorágine.

La vorágine 2ª parte.

Risoteando.

No te escondas,pollo.

Cocinar con amigos es así.Pudiendo estar en cualquier otro sitio,uno está cocinando con amigos.
Y a Alberto se le cubre la cara con una sonrisa cuando le decimos que si no se porta bien llamamos a su madre.Se nota que es el pequeño,y que su madre ya lo ha tenido que echar de menos alguna vez.
No duden en visitar el Pollo Rockero en Javalí.